2.2.14

Comparecencia de Josep Maria Canyelles en el Parlament de Catalunya sobre Barcelona World

Texto base de la Comparecencia de Josep Maria Canyelles sobre Responsabilidad Social


Comparecencia en el Parlament de Catalunya sobre el Proyecto de ley de modificación de la Ley 2/1989, de 16 de febrero, sobre centros recreativos turísticos, y de establecimiento de normas en materia de tributación, comercio y juego.

Josep Maria Canyelles
21 de enero de 2014

Consideraciones iniciales

Pretendo aportar en el marco de esta subcomisión una reflexión desde la disciplina de la Responsabilidad Social Corporativa que sea práctica en el sentido de que pueda ayudar a mejorar la calidad de las políticas públicas y de la regulación.

Ya les comunico de entrada que, desde la lógica de la RSC, no se pretende dictaminar si una actividad es ética o no, ni hacer una reflexión de tipo moral, sino tratar de asegurar que los principios éticos y de sostenibilidad se integren dentro de la gestión organizacional, dando un marco donde la empresa pueda desarrollar esta responsabilidad hacia la sociedad.

La regulación que nos trae aquí tiene diferentes elementos sobre los que se podrían hacer consideraciones, el impacto paisajístico, el modelo turístico, las condiciones laborales, el impacto económico en el territorio, el consumo hídrico, los riesgos de buen gobierno y cumplimiento normativo, la ludopatía... Entrando en detalles, acabaremos hablando de la conveniencia de que los restaurantes sepan gestionar la diversidad respecto a factores culturales, religiosos o las intolerancias alimentarias. Como tenemos que ser prácticos y propositivos, supongo que me agradeceran un foco claro y en todo caso ya trataremos de responder a las preguntas que se puedan hacer.

Contextualización de la RSC

La Responsabilidad Social Corporativa (RSC) es la responsabilidad que asume una empresa u organización ante la sociedad por los impactos que genera su actividad y también por la corresponsabilidad que quiere tomar en los asuntos comunes que afectan a la sostenibilidad del mercado, de la sociedad y del medio ambiente. En su máxima expresión y más conectada con el sentido estratégico, pretende desarrollar un modelo de empresa con una excelencia social que le permita crear simultáneamente valor económico y social.

La RSC se estructura como una política de empresa basada en el compromiso con el desarrollo humano y con la sostenibilidad global, a partir de la cual la organización incorpora en los procesos de creación de valor intereses e inquietudes de los agentes que legítimamente toman parte en su interés (accionistas, empleados, clientes, ciudadanos, proveedores, financiadores, reguladores, agentes sociales, organizaciones sociales...).

La RSC supone un compromiso integral e integrado; integral porque forma parte del modelo de empresa, afecta a todas las áreas y se extiende por la cadena de valor; integrado porque incorpora en la gestión, los procesos y los procedimientos.

Finalmente, desde un punto de vista metodológico, la RSC implica:

a) La formulación de un compromiso ético 

b) La búsqueda de la sostenibilidad respecto a los impactos en cinco vectores: económico, laboral, ambiental, social, y buen gobierno

c) Dialogar con los grupos de interés, identificar los temas relevantes, y desarrollar las mejores prácticas

d) Rendir cuentas con transparencia

En conclusión, la RSC ha nacido como un enfoque empresarial y, al margen de aportar una valor a la sociedad y dar respuesta a los retos que ésta plantea, también pretende legítimamente garantizar la sostenibilidad empresarial.

Este comportamiento basado en el diálogo y en la buena ciudadanía corporativa se ha desarrollado en general en empresas  -no importa si más grandes o más pequeñas- con una cultura más avanzada y con una mayor capacidad de comprender los nuevos contextos para los negocios del futuro.

RSC desde las Políticas Públicas

Estamos hablando, pues, de un enfoque de gestión empresarial. Pero ahora y aquí corresponde hacer un abordaje desde las políticas públicas, entendiendo que la RSC puede favorecer el desarrollo de una estrategia complementaria a aquella de carácter normativo, y mediante una política soft puede tener una incidencia en el funcionamiento de la actividad empresarial.

El hecho de que una empresa -o sector- se encuentre con la necesidad por convicción propia o inducida de disponer de espacios de diálogo periódico con los grupos de interés en un contexto de transparencia debería favorecer una gestión más proactiva por parte de aquella de su responsabilidad hacia la sociedad, incluso en el caso de que de entrada se ubique dentro de una voluntad más cercana a la gestión de riesgos y a la gestión de la reputación corporativa que a unas convicciones éticas profundas.

El debate sobre la regulación de la RSC tiene una respuesta generalmente aceptada. La RSC tiene carácter voluntario, ya que de lo contrario ya no sería RSC sino cumplimiento legal. Aumentar las exigencias normativas corresponde a una decisión del legislador, recogiendo la voluntad de la sociedad. Pero la RSC, por definición, es un enfoque de gestión que va más allá.

Lo que sí se puede regular sin que la RSC pierda su sentido es la obligación de transparencia, que es uno de los principios de la RSC. Así, en Europa algunos países ya han hecho obligatoria la rendición de cuentas de indicadores no financieros, basados ​​en estándares de RSC. Y esta es una tendencia que irá a más y se regulará en Europa y en el mundo, entre otras cosas porque los inversores tienen necesidad de conocer estos factores que tienen más capacidad interpretativa de una empresa, de hacia dónde va, a qué riesgos se enfrenta, de qué cultura tiene, de cómo está preparada para adaptarse a las nuevas demandas de la sociedad, que no una memoria meramente financiera, que a menudo aporta una información de retrovisor.

RSC y Sector turístico

Cataluña es una de los principales destinos turísticos mundiales, y corresponde al gobierno junto con los agentes del sector consensuar y marcar las líneas que nos proyecten hacia el futuro, superando el modelo de sol y playa y desarrollando el turismo de cultura, naturaleza, negocios, congresos, convenciones, médico, académico, científico, religioso, gastronómico, deportivo, de compras, de cruceros o de lujo, etc., según se marquen las prioridades, aprovechando las oportunidades de posicionamiento de que disponemos para poder competir pudiendo esperar unos buenos resultados y también pudiendo de ello sentir orgullosos como ciudadanos de este país.

De hecho, el Pla Estratègic Visió 2020 ya establece que Cataluña no es tanto un destino como la suma de muchos, diversos y, a veces, contrapuestos destinos. Pretender ser también uno de los destinos mundiales de referencia del turismo de negocio por medio de un resorte integrado forma parte de las posibilidades, y puede reforzar el liderazgo de Cataluña, la atracción de visitantes y los impactos económicos positivos.

Pero el turismo, en tanto que actividad económica de importancia creciente en el mundo, causa grandes impactos también pueden ser negativos y genera riesgos que hay que atender desde una combinación de marcos legales y de marcos de asunción de la responsabilidad de los operadores ante la sociedad.

Código Ético Mundial para el Turismo

Aprobado en 1999 por la Asamblea General de la Organización Mundial del Turismo, su reconocimiento dos años después por las Naciones Unidas, es el marco fundamental de referencia para el turismo responsable y sostenible, el Código Ético Mundial para el Turismo es un conjunto de principios concebido para orientar a los principales actores del desarrollo turístico. Dirigido a gobiernos, empresas turísticas, comunidades y turistas por igual, su objetivo es ayudar a maximizar los beneficios del sector, minimizando al mismo tiempo sus posibles consecuencias negativas para el medio ambiente, el patrimonio cultural y las sociedades de todo el mundo.

Aunque el Código no es jurídicamente vinculante, incorpora un mecanismo de aplicación voluntaria a través de su reconocimiento del papel del Comité Mundial de Ética del Turismo, al que las partes pueden remitir cualquier cuestión relativa a la aplicación e interpretación del documento.

Los diez principios del Código cubren ampliamente los componentes económico, social, cultural y ambiental de los viajes y el turismo:
Artículo 1 : La contribución del turismo al entendimiento y el respeto mutuos entre las personas y las sociedades
Artículo 2 : El turismo como instrumento de desarrollo personal y colectivo
Artículo 3 : El turismo, factor de desarrollo sostenible
Artículo 4 : El turismo, usuario del patrimonio cultural de la humanidad y contribuyente a su mejora
Artículo 5 : El turismo, actividad beneficiosa para los países acogedores y las comunidades
Artículo 6 : Obligaciones de los grupos de interés en el desarrollo turístico
Artículo 7 : Derecho al turismo
Artículo 8 : Libertad de desplazamiento turístico
Artículo 9 : Derechos de los trabajadores y empresarios del sector turístico
Artículo 10 : Aplicación de los principios del Código Ético Mundial para el Turismo

Artículo 5: El turismo, actividad beneficiosa para los países y las comunidades de destino
  • Las poblaciones y comunidades locales se asociarán a las actividades turísticas y tendrán una participación equitativa en los beneficios económicos, sociales y culturales que reporten, especialmente en la creación directa e indirecta de empleo a que den lugar.
  • Las políticas turísticas se organizarán de modo que contribuyan a mejorar el nivel de vida de la población de las regiones visitadas y respondan a sus necesidades. [... ]
  • En igualdad de competencia, se dará prioridad a la contratación de personal local.
  • Facilitarán con la máxima transparencia y la objetividad pertinente toda la información relativa a sus programas futuros ya sus consecuencias previsibles, y favorecerán el diálogo sobre su contenido con las poblaciones interesadas.
Según la Declaración de Cape Town, el turismo y la hostelería responsables tienen las siguientes características:
  • Minimizan los impactos negativos que pueda haber desde el punto de vista económico, medioambiental y social.
  • Generan beneficios económicos para la población e incrementan el bienestar de las comunidades anfitrionas, incluidas las condiciones laborales y el desarrollo profesional en la industria.
  • Involucran a la comunidad local en las decisiones que afecta su vida y su bienestar.
  • Contribuyen positivamente a la conservación y promoción del patrimonio natural y cultural, así como al mantenimiento de la diversidad.
  • Ofrecen experiencias más agradables a los turistas-huéspedes a través de la posibilidad de un contacto más significativo con la población local y una mayor comprensión de los aspectos culturales, sociales y medioambientales de la localidad o destino.
  • Facilitan la accesibilidad a las personas con discapacidades físicas.
  • Tienen en cuenta las diferencias culturales, promueven el respeto entre visitantes y comunidad anfitriona, y fomentan la seguridad y el orgullo entre la población local.
La Declaración mencionada resume el sentido del turismo responsable con la expresión "crear mejores lugares para vivir y mejores lugares para visitar". El orden de los factores no es casual, ya que su idea central es el compromiso de respetar los lugares visitados y la importancia de poner en primer lugares los intereses de sus comunidades, así como su entorno natural y cultural.

Hay que velar, pues, que el modelo de integrated ressort no lleve a crear un espacio cerrado en sí mismo, autosuficiente, que desatienda el entorno girando la espalda mutuamente. La mejora de los destinos turísticos debe ser equivalente a la mejora de la calidad de vida de las sociedades de acogida. El integrated ressort, y cuanto más potente sea más vale esta consideración, debe estar integrado en el entorno:

-Abastecimiento local
-Contratación local
-Poner en valor los activos culturales y turísticos del entorno
-Colaborar en retos del territorio

Malas prácticas en el campo del buen gobierno

En el marco que nos afecta, a los riesgos e impactos de la actividad turística hay que añadir los derivados del sector de juegos y apuestas, donde aportaremos alguna reflexión básica ya que son aspectos que han tratado a fondo otros comparecientes.

a) El blanqueo de dinero y las diversas formas de corrupción en general son una materia fundamental en el vector de Buen Gobierno de las empresas. Además de los marcos legales, existen diferentes iniciativas y documentos de referencia entre los que destacamos: el Convenio de Lucha contra la Corrupción de la OCDE (1997), la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción (2003), la creación del Grupo de Países contra la Corrupción del Consejo de Europa GRECO (1999).

Además, sería conveniente que aquellas empresas que se encuentran en sectores sensibles o de riesgo, tomen un compromiso activo en la lucha contra la corrupción y alguna de sus dimensiones prevalentes en el sector como el blanqueo de dinero. En este sentido, convendría formalizar el compromiso mediante iniciativas empresariales como el Partnership Against Corruption Initiative, nacida en el Foro Económico de Davos en 2004, o bien el Pacto Mundial (Global Compact), promovido en 1999 por Naciones Unidas, y que prevé en su décimo principio la lucha activa contra la corrupción. En ambos casos, habría que ir más allá de la firma de un compromiso y gestionar activamente y mostrar transparencia siguiendo los mecanismos previstos.

b) Los riesgos de la ludopatía y los valores de los juegos de azar son una materia que una empresa del sector debería valorar cómo gestiona. No valoraremos la opción de fomentar o facilitar la presencia de estas actividades económicas, pero sí desde una visión de RSC sería necesario que los actores implicados traten de minimizar los impactos negativos y asuman las consecuencias de su actividad. En este sentido, los expertos en ludopatía destacan varias maneras de limitar los riesgos, como las advertencias, a la vez que consideran de gran riesgo la opción de permitir jugar a crédito en establecimientos presenciales en los que, a diferencia del juego online, no sería necesario abrir esta zona de riesgo.

Cataluña Territorio Socialmente Responsable

Como ya hemos dicho, Cataluña no es tanto un destino como la suma de muchos, diversos y, a veces, contrapuestos destinos, de modo que ni el modelo del resorte integrado ni el tema del juego se debe pretender asociar unívocamente a la Marca Catalunya, a su identidad turística. Este es un recurso dirigido a unos colectivos, como muchos otros podemos tener a lo largo del territorio, y es bueno que lo conceptualizemos así, haciendo posible esta diversidad que es enriquecedora y que nos permite no jugar a una sola carta.

Sin embargo, el hecho de que el modelo catalán de turismo responda a una suma de destinos, puede encontrar en la calidad, sostenibilidad y responsabilidad de todos y cada unos atributos que sí formen parte de la identidad de país que se quiera asociar a la marca Cataluña. Y aquí sí que la RSC de unas empresas y de unos proyectos pasa a formar parte de una estrategia de país y de sector.

Cataluña tiene la oportunidad de convertirse en un Territorio Socialmente Responsable, un país identificado en el mundo por los valores de la responsabilidad social, la ética, la transparencia, la sostenibilidad. Es un reto ambicioso pero que seguro liga con las aspiraciones de la ciudadanía y de muchas empresas comprometidas que creen que el valor del trabajo bien hecho que nos ha identificado desde hace décadas debe evolucionar incorporando también el atributo de la responsabilidad ante los retos que plantea la sociedad.

Y para avanzar hacia un Territorio Socialmente Responsable, es necesario que muchas más empresas, grandes y pequeñas, administraciones públicas, organizaciones sociales y otros muchos agentes, hagan un salto en la gestión de su RSC, que a menudo algunas dan por hecho como si fuera un implícito vinculado a su carácter público o no lucrativo. Y sobre todo, sería necesario que aquellos sectores que tienen un carácter más estratégico en la economía catalana, como el agroalimentario, el de la salud, el químico, el tecnológico ... y muy especialmente el turístico, incorporen un sentido avanzado de su responsabilidad.

Quisiéramos que empresas catalanas de estos sectores aspiren a ser reconocidas mundialmente, como muchas ya lo son, y que éstas tengan un liderazgo por el trabajo bien hecho, entendiendo que este hacer las cosas bien hoy también significa ser capaz de dar respuesta a lo que la sociedad espera de ellas.

Propuestas concretas

En todo lo que respecta a impactos del proyecto, la mayor parte de las miradas se pondrán en la fase inicial, la construcción. Es evidente que hay que hacer estudios de impactos ambientales y económicos. No seré yo quien se lo diré porque las normativas lo mandan y el sentido común exige que se refuercen. Permítanme, pues, que no oriente las propuestas hacia esta fase sino hacia lo que a menudo puede quedar más desatendido, los impactos de la gestión cotidiana, porque pueden parecer no tan relevantes, porque pueden parecer que no se deban dar los conflictos de intereses del momento inicial, porque ya queden diferidos en el tiempo y lejos de los focos actuales ...

O porque puede parecer inalcanzable en el establecimiento de un marco regulador. Y en cambio es en este día después cuando la generación de los impactos  -positivos y negativos-  irá tomando lugar.

1. Es nuestra opinión que se debería establecer la obligación de rendición de cuentas según estándares internacionales en los vectores de la RSC (impactos económicos, ambientales, laborales, sociales, buen gobierno) de las empresas que actúan en la actividad de juegos y apuestas y, por extensión, propondríamos que en todas las actividades especiales por razón de su peligrosidad o riesgo social, ambiental, económico, laboral y gobernabilidad. Aparte de los impactos directos, más conocidos y evidentes (ambientales, laborales...), hay que poner un mayor énfasis en aquellos se refieren a la esfera de influencia: proveedores y otros grupos de interés.

2. El marco de rendición de cuentas debe basarse en estándares internacionales genéricos, pero desarrollados a partir de las especificidades del sector y del territorio. Los operadores deben mostrar capacidad de comprensión de los elementos materiales que deben conformar en todo momento la gestión de la RSC en el sector de referencia (turístico, juego...) y en el territorio donde operan (Costa Daurada, Catalunya...). Así, los grupos de interés del territorio, gobierno incluido, deberían tener la capacidad de concretar cuáles son las principales expectativas que la sociedad tiene respecto a esta actividad económica para facilitar que se puedan ir desarrollando las mejores prácticas.

3. En el momento en que una empresa se ​​postula para entrar a operar en un sector especialmente regulado por razón de su impacto, riesgos, o especial interés, sería conveniente que el órgano contratante o concesionario pidiera que los candidatos explicaran qué modelo de RSC tienen previsto aplicar.

4. Si la rendición de cuentas puede ser regulada, hay otros elementos más relevantes que no pueden serlo pero es donde habría que buscar la manera de obtener el compromiso de los diferentes operadores.
  • Formalización de compromisos: asunción del Código Ético Mundial para el Turismo y los Principios del Pacto Mundial y de las convenciones de Naciones Unidas, garantizando que no solo en su actividad directa sino especialmente a lo largo de la cadena de abastecimiento se respeten los compromisos básicos respecto a materias laborales, ambientales, sociales...
  • Sistemas de gestión de la RSC para asegurar que los compromisos y declaraciones, así como la información aportada, están sujetos a un proceso de gestión y de mejora continua, integrada.
  • Modelo de compras y contratación socialmente responsable, para asegurar que todas las empresas presentes en las cadenas de abastecimiento y de subcontratación de servicios, además de los requerimientos de calidad o seguridad, haya una replicación del compromiso de respetar y aplicar los valores que forman parte de la política de RSC y muy especialmente a garantizar el cumplimiento legal, los derechos humanos, los derechos laborales, de respeto ambiental, y de la lucha activa contra la corrupción.
  • Código ético, que permita reforzar el propio compromiso y formalizar la demanda a las empresas proveedoras que tengan que respetarlo, bajo riesgo de quedar expulsadas, a la vez que puede haber auditorías que vayan más allá de la calidad y seguridad e integren aspectos de RSC.
  • Promover que la rendición de cuentas de los operadores incluya indicadores de la cadena de abastecimiento, y que se tengan que evaluar un porcentaje de las empresas proveedoras y contratistas.
  • Respecto a la compra, también se puede tener en cuenta la política de reducción de residuos, de forma que se disminuya tanto el impacto ambiental general como respecto a los servicios del territorio. Los productos de limpieza son un ejemplo, tanto respecto al uso de productos poco nocivos como respecto a los envases.
  • La rendición de cuentas también debería mostrar cuáles son los impactos económicos en el territorio, donde uno de los elementos más importante es el origen de la compra, lo que a menudo implica una disminución de emisiones de CO2 por transporte. No corresponde al legislador marcar donde una empresa tiene que hacer las compras, pero si podemos favorecer que ésta informe de donde las hace, esta transparencia supone un estímulo de la empresa ante sus grupos de interés locales.
El hecho de que las compras locales sean significativas se considera una responsabilidad porque ayuda al desarrollo endógeno. Ante un proyecto de esta envergadura, hay que considerar que ayudar a fortalecer la economía local, tanto de servicios como industrial, es una manera de compensar el carácter más inestable o temporal de la contratación laboral.

Dos últimas reflexiones

Y dos últimos elementos de reflexión sobre la responsabilidad social, respecto a las operaciones de gran alcance o gran repercusión sociopolítica como la que nos ocupa.

1) Cuando una operación de este tipo se hace bien tanto en la puesta en marcha como en la gestión, de manera que los grupos de interés valoran que los impactos son positivos, y las empresas implicadas obtienen la legitimidad social para poder operar , se está reforzando el capital de confianza de la ciudadanía en las instituciones y en los operadores que facilitará que otras operaciones similares en el futuro puedan llevarse a cabo minimizando el coste de transacción que supondría la desconfianza.

Dicho de otro modo, si PortAventura no hubiera mostrado una responsabilidad hacia la sociedad, gestionando la RSC, con compromisos, transparencia, impactos positivos en materia económica y ocupacional, etc., hoy la operación BCN World despertaría más recelos entre los grupos de interés y especialmente a la ciudadanía y los agentes del territorio.

Optar por una excelencia social en un proyecto como este también es necesario y conveniente para facilitar una visión constructiva y dialogante, que evalúe los pros y contras de un gran proyecto, sin caer en el riesgo de la cultura del no. Ser excelentes socialmente es una gran responsabilidad que tienen para facilitar que la relación empresas-sociedad no se vea alterada por malas prácticas que empobrece el capital social, es decir, capital relacional.

Como se dice en la Comunicación de la Comisión Europea "Estrategia renovada de la UE para 2011-2014 sobre laresponsabilitat social de las empresas" :
Al asumir su responsabilidad social, las empresas pueden construir una confianza a largo plazo por parte de trabajadores, consumidores y ciudadanos como base para los modelos empresariales sostenibles. Una mayor confianza contribuye asimismo a crear un entorno donde las empresas pueden innovar y crecer.
2) Las grandes compañías o las grandes operaciones deben ganar la licencia social para operar a través de incorporar una visión pública. El hecho de que sean empresas privadas y que pretendan legítimamente obtener beneficios no impide que la manera de comportarse incorpore valores públicos, ganando ciudadanía corporativa.

La sociedad cada vez es más madura, y como respuesta a las malas prácticas empresariales y a la falta de ética que ha estado en la base de la crisis, se ha roto parte de la confianza que los individuos depositaban en las organizaciones (empresas, administraciones, partidos, y otros). A mayor abundamiento, las mejores empresas, por tamaño, por impacto, por liderazgo, deben ser proactivas para ayudar a mejorar el funcionamiento de la economía y garantizar un correcto impacto social y sostenibilidad.

La RSE presupone el pleno cumplimiento de los marcos legales. Pero un comportamiento socialmente responsable debería tener en cuenta no sólo el articulado de la ley sino la exposición de motivos y su espíritu. Una empresa socialmente responsable debería pretender no sólo cumplir sino colaborar a hacer posible para la sociedad lo que subyace en la intención del legislador y por extensión de la sociedad, ya sea en aspectos ambientales, laborales, sociales o económicos, todos ellos bajo la premisa compartida de mejorar el bien común. Así, cumplir la ley, desde una óptica de RSE, no debería entenderse como evitar la sanción o cumplir las normas pero esquivando la intención del legislador, sino tomar un compromiso con la finalidad de interés general previstas.

Cuando un marco legal se modifica adhoc para facilitar que una operación empresarial pueda llevarse a cabo, es legítimo que la sociedad espere de las empresas que se beneficiarán un altísimo sentido de responsabilidad social, que incluye la integración de valores sociales y aun públicos en la su funcionamiento.

Como se dice en la Comunicación de la Comisión Europea "Estrategia renovada de la UE para 2011-2014 sobre la responsabilidad social de las empresas":  
Por medio de la RSE, las empresas pueden contribuir significativamente a la consecución de los objetivos del Tratado de la Unión Europea de alcanzar un desarrollo sostenible y una economía social de mercado altamente competitiva. Asimismo, contribuye a alcanzar los objetivos de la Estrategia Europa 2020 para un crecimiento inteligente, sostenible e integrador...

Autoría: Josep Maria Canyelles
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